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Propósito de año nuevo

Gian
Gian
Founder & CEO
Se acerca otro nuevo año. Sea que lo celebres tan sólo esa noche o sea todo un ritual que te acompañe desde más tiempo atrás, hay cierta mística que rodea a la fecha en cuestión. ¿Por qué?
Cuando lo piensan bien te das cuenta que en realidad nada cambia, sólo un número en el calendario. Entonces ese dígito no significa nada si no cambias tú mismo. Lo único que hace esa cifra es recordarle a tu cerebro que el tiempo está pasando, y entonces reflexionas acerca de lo que te pasó en el año: las metas que conseguiste, los retos que asumiste, tus triunfos y tus fracasos, lo bien o mal que lo pasaste. Surge la idea, ese impulso que crece que te dice que el próximo año debe ser mejor. El año nuevo es una fecha significativa que nos dice, desde el interior, que podemos ser mejores.
 
 
Con esto en mente (o en el corazón) decidimos adoptar nuestros “propósitos de año nuevo”. Ese momento de profunda inspiración y conciencia en el que vemos un lienzo en el horizonte, todavía lejano, para pintarlo de los colores que queramos. Sucede que en la mayoría de ocasiones este entusiasmo inicial se disipa entre el desorden y la vuelta a la realidad.
Como podremos ver en este artículo son varias las razones para que nuestros valiosos propósitos de año nuevo no se cumplan. No siempre es una cuestión de disciplina, como se puede pensar. Los consejos que se plantean en el artículo surten efecto de manera más eficaz dentro de una metodología de trabajo para que nuestros objetivos no se queden tan sólo en deseos.
Míralo de esta manera: tienes el propósito de estar en forma para el próximo año, ya te matriculaste en el gimnasio, escogiste tu mejor playlist… y luego de 3 meses (de asistencias intermitentes) terminas abandonando. ¿Qué pasó?
 
 
Hay muchos factores, por ello las metas no deben tomarse a la ligera, porque luego de muchos intentos la voluntad termina por cansarse y cada vez es más difícil. En primer lugar: ¿qué significaba el “estar en forma”? Tu objetivo debe ser claro y medible, de modo que no sólo puedas ver tus progresos sino que sepas cuándo los conseguiste y alinees un plan para lograrlos. Tu segundo paso sería identificar todas aquellas actividades relacionadas a tu objetivo para que establezcas los recursos, las capacidades y los controles necesarios. Tal vez en ese momento te des cuenta de que la elección de tu gimnasio no era la más adecuada, que necesitabas de compañeros de apoyo, que los cambios en tu alimentación debían ser progresivos, etc. Así al llegar a fin de año podrás comparar efectivamente cómo has mejorado, aún cuando no hayas conseguido tu objetivo. Este simple ejemplo puede extenderse a cualquier propósito que establezcas.
Con nuestro programa ISOVIDA te enseñamos esto y más, de modo que no sólo definas tus propósitos de año nuevo, con un sistema novedoso, que además se preocupa por tu bienestar y te permite mejorar tu calidad de vida de manera progresiva.
 
 
¡Feliz y próspero año les deseamos desde IsoCoaching!
¡Diseña la vida que siempre soñaste!

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