Cuando se habla de coaching es recurrente que se usen términos como las “preguntas poderosas”, “programación neurolingüística o PNL” e incluso las “creencias limitantes”. Son términos populares que han terminado de afianzarse en la cultura del coaching como instituciones sin las cuales no existe el coaching.
En el término propiamente dicho, según la corriente tradicional del coaching, esto es cierto, sin embargo, desde IsoCoaching creemos que estas aproximaciones, aunque tuvieron buenas intenciones, no son correctas. Desmontemos estos términos que forman parte de la “técnica tradicional” del coaching.
Las preguntas poderosas vienen a ser simplemente preguntas que obligan al sujeto a cuestionarse algo en su forma de hacer las cosas. Esta metodología queda muy a criterio y habilidad del coach, el que casi por regla general, no está capacitado dentro de la disciplina del coaching para ejercer esta función. En todo caso, este es un campo en el que los verdaderos profesionales: los psicólogos, pueden trabajar porque han sido capacitados profesionalmente para ello, no así los coachs. Los psicólogos pueden entender que esta transformación requiere una perseverancia y una terapia de afrontamiento realista, que no se basa en el optimismo exagerado que termina por frustrar al coachee a largo plazo.
Por otro lado, tenemos la programación neurolingüística. Con todo lo científico que suene el término, cae en el campo de la pseudociencia. Esta parte de la hipótesis no probada de que el lenguaje que se usa afecta los resultados que se obtienen debido a una conexión en la mente y que éstos pueden programarse para cambiar los resultados. Suena mágico, ¿verdad?, pues lo es, porque no tiene sustento científico.
Por último, tenemos a las creencias limitantes, que vendrían a ser “el problema a resolver”. Otro punto más que toman de la psicología. Se asume que nuestras creencias determinan nuestro éxito, y que su modificación o eliminación permiten a la persona avanzar. Y si bien esto es cierto sólo en parte, hay otros factores bastante más importantes que las creencias para determinar el desarrollo de una persona. Por ejemplo, el contexto siempre importa, porque se basa en la realidad objetiva y no en tus creencias.
Si lo que el coaching tradicional pretende es un cambio de actitud que provoque cambios en la vida de las personas, entonces no hay ninguna diferencia con la psicología, salvo quizás que ésta última tiene sustentos científicos y hay que prepararse profesionalmente, no en un taller de 6 meses.
Desde IsoCoaching proponemos un enfoque diferente que considere complementariamente al trabajo mental y emocional de la psicología, una estructura técnica. Es decir, darte las herramientas para afrontar la vida desde un punto de vista práctico, y esto sin limitarte o estructurarte a una “receta al éxito”. Esto lo hacemos desde la perspectiva del enfoque basado en procesos de la mejora continua. En otras palabras, nosotros “te enseñamos a pescar, no te damos el pescado”, y esto a mediano y largo plazo te ayudará a ordenar tu vida, cualquiera sean tus prioridades y orientación, y no sólo te brindarán un empujón con dopamina para que te sientas inspirado, pero sin idea de cómo aplicar tus ideas y organizarte de modo seguro.
